Fotografiar a Andrea ha sido muy emocionante. Tan pequeñita y tan atenta a todo lo que le rodea… Pero mi foto favorita de toda la sesión, es cuando al colocarla en esta postura, ella inmediatamente me miró, y no dejó de hacerlo hasta que la enfoqué, disparé, retiré mi cámara y le sonreí, dándole las gracias por ese momento mágico.
Aquí está:
Hermosa! Un saludo.
Muchas gracias por visitar mi blog y quedarte, Graham.
Un saludo.
De nada!