Bautizo: Una familia muy especial

Queridos míos.

Hoy vengo a enseñaros unas fotos bonitas de bautismo que hice para recordar siempre ese momento especial de la vida de una familia que cada día que pasa me gusta más, quiero más, conozco más y me hace más feliz.

No soy una experta en nada, y mucho menos en religión, ni siquiera soy teísta, pero me interesa mogollón todo lo que tiene que ver con la historia, los orígenes y los significados de las cosas, y el Bautismo tiene un orígen muy esperanzador: la necesidad de ser un ser puro, de alma limpia, una nueva vida que comienza con la infusión de agua como un símbolo de renovación, renacer, de encarar el futuro con un cambio moral hacia todo lo positivo. Con el ideal del bautismo, un nuevo ser abraza a la vida y me gusta pensar que sus padres son conscientes de que con este gesto, lo que sienten es que van a ayudarle durante toda su vida a ser alguien limpio, puro de corazón.

Yo me quedo con esto, sin más implicaciones, y me encanta, porque su madre es muy así: un ser de luz, una mujer sana de espíritu (de salud vamos tirando, gracias) y con una sonrisa amplia y feliz, de esas que sólo sale cuando estás tranquilo con las cosas que vas haciendo y ofreciendo a los demás.

Hablo de ella porque es la que más conozco, y la conozco porque un día que necesitaba hacer un reportaje fotográfico, su cuñada, que vive en Alicante, le dijo que seguía por instagram a una chica muy maja, se llama Loren, que estaba en Madrid y que hace fotos bonitas. Y es simpática, y esto es importante.
Y así comenzó todo.
Desde entonces me he convertido en su fotógrafa de cabecera, y he tenido la suerte de compartir muchos momentos con ellos y toda su familia, que por cierto, es estupenda.

El momento que nos ocupa es el baño de agua del pequeño Alex, (al que yo llamo Bebé Jefazo, porque me encantan sus caras de parecer que es consciente perfectamente de todo lo que pasa en el mundo, y tener una opinión sobre ellas) y las fotos que hicimos con su familia para recordar ese día.

Os dejo algunas:

  

      

Lo pasé genial con ellos, y aunque Alex estaba malito, en cuanto tomó la medicación estuvo a tope, y lo disfrutó y lo pasó fenomenal. A mí me encanta ver a las familias unidas, divirtiéndose, haciéndose esas bromas que sólo ellos conocen, guiños de confianza y palabras de amor a los pequeños.
Gracias a todos por vuestra acogida, por vuestro cariño y vuestra confianza. Me ecantó haceros de taxista a algunos, y poner cara a otros que sólo conocía de oídas y que venían desde lejos.  Y a la cuñada, por supuesto, que sin su recomendación, me hubiera quedado sin conocer todo esto, sin compartir todo esto.

Un abrazo a toda la familia, y hasta la próxima, que sé que vendrá.