Hoy os hablo de un fotógrafo y fotoperiodista de Filadelfia al que aunque así de primeras no os suene, seguro que cuando veáis su foto más famosa lo identificáis: «La niña afgana» famosa portada de National Geographic.
¿A que ahora sí?
Steve comenzó su carrera profesional en un periódico, pero a los dos años, decide viajar, conocer mundo, y aprender a esperar. Él decía que, si tienes paciencia y aprendes a esperar, la gente se olvida de que le enfocas, y consigues reflejar su alma. Y es la pura verdad. A mi me pasa que la primera media hora de sesión fotográfica suele ser la más improductiva…..
Comenzó como fotoperiodista cubriendo la guerra de Afganistán, vestido como ellos para pasar desapercibido, ganando así la primera Medalla de oro Robert Capa al mejor fotorreportaje en el extranjero. A partir de ahí, ha cubierto numerosos conflictos bélicos, reflejando la terrible huella que los mismos dejan en su población:
Steve Mccurry además ha contado con honores y reconocimientos a su valentía. Su profesión ya es peligrosa de por sí, pero además él, ha sabido arriesgar mucho sin importarle qué sucedería, teniendo la muerte rozándole los talones muchas veces: arrestado y encadenado en Paquistán, casi ahogado en Eslovenia e India, abatido en la India también por las muchedumbres entusiastas y superviviente un intento de asesinato por un majadeen. Casi ná.

La Niña Afgana:
Quiero hablaros de la interesante historia de la foto.
Como os he comentado, viajaba por conflictos a lo largo del mundo reflejando el horror de la guerra. La fotografía de la niña afgana, la tomó tras un bombardeo de helicópteros soviéticos. Esta niña, y su familia y vecinos, atravesaron las duras y peligrosas montañas de Afganistán durante 2 semanas para llegar a un campo de refugiados, después de haberlo perdido todo.
National Geographyc le publicó la foto en portada en el año 95 y llegó la fama, convirtiéndose la imagen en un icono del dolor, miedo, incertidumbre y pena. Todos la conocemos, la gente se tatúa la fotografía, se la ponente ne camisetas… es la foto más reproducida del mundo.
Pero él no volvió a saber nada de la niña a la que fotografió. Fue varias veces al refugio en el que ella había quedado, pero ni rastro. No sabia su nombre, ni tenía ningún dato sobre su paradero.
Durante 15 años, Steve estuvo pensando en encontrarla, y viajó numerosas veces a la zona del conflicto y al refugio, sin éxito.
Pero en 2001, la foto vuelve a ser portada. Y él, en 2002, viaja de nuevo a la zona debido al cierre del campamento en el que La niña Afgana quedó. Era su última oportunidad. Para identificar con seguridad a la chica en caso de encontrarla se procedería a escanear el iris de sus ojos a partir de la fotografía. Toda una movida… Pero sólo obtenía falsas pistas.
Impotente, vuelve a EEUU, pero al poco, recibe la noticia de que un hombre asegura ser el hermano de La niña Afgana. El nombre de ella, Sharbat Gula. Está casada y con 3 hijos (+ uno muerto de pequeñito) ahora es una mujer corriente Pastú que vive en una lejana aldea en Pakistán, y que, aunque no sabe su año de nacimiento, calcula que tiene unos 30 años, y fue casada poco después de aquella imagen.
Las pruebas del iris de sus ojos dicen que es ella.
Steve viaja imediatamente a Pakistán, y consigue el permiso del marido para entrevistarse con ella, y quitarse un momento el velo para ser fotografiada de nuevo, 17 años después.
En las fotos vemos cómo pasó el tiempo y la vida por su rostro.
Esta historia fue contada en una edición de 2003 de la revista. Sharbat no sabía que se había hecho famosa. Se rodó un documental para televisión titulado “Niña desaparecida: misterio resuelto”, donde se contó su historia, y además, la sociedad que publica la revista creó en su honor un fondo especial de ayuda al desarrollo y creación de oportunidades educativas para las niñas y mujeres afganas.
No hay mal que por bien no venga.
Espero que esta historia os haya gustado tanto como a mi, y que ahora recordéis que La niña afgana tiene identidad, historia, nombre y vida.
Un abrazo a todos, y gracias por leerme.
Qué gran trabajo de documentación haces con estas cosas… ¡Me encanta! Besitos
Lo disfruto mucho!!! 😘😘😘 Gracias. Es una historia muy interesante.
La foto de la niña afgana me impresionó desde siempre! Abuff!
Es que es una pasada… como su historia!
A pesar de conocer esta foto desde siempre no tenía ni idea de su historia. Gracias por compartirla.
Claro, de eso se trata. No tenemos que saber todos de todo, sino que si alguien sabe algo, debe compartirlo! A mi me mola mucho aprender de todos vosotros. Muchas gracias por leerlo y comentar que te ayudó . Un besoteeeeeeee
Sí, había leído su historia… madre!
Es cierto, yo tambien conocía la historia de la niña y el reencuentro años despues.
De todos modos la manera de hacer tu relato es estupenda y la historia del fotógrafo muy bien documentada y amena.
Me ha encantado.
Un saludo
Jo, muchas gracias por tus amables palabras.
Un abrazo!
Las primeras fotos parten el alma… Y la de la niña afgana siempre me ha impactado. No sólo tiene unos ojos preciosos sino que además cuentan con un profundidad enorme.
No sabía que escondía tal historia 🙂
Un besito!
Pues me alegro de haberte ayudado a conocerla. Un beso y muchas gracias por contar lo que has sentido. Esos ojos cuentan de angustias, miedos y desesperación. Es una pasada.
Me ha fascinado la historia! Conocía la foto pero no lo que había detrás de ella … Un beso
Genial, yo tampoco sabía el origen de esta fotografía 🙂
Pues me alegra haberte ayudado a saberlo! Un abrazo.