¡Hola a todos!
La fotografía de familia en la naturaleza, siempre lo digo, me permite encontrarles en un estado de ánimo excelente. Antes de la sesión, me gusta conocerles un poco para saber qué voy a encontrarme, y empatizar con ellos (alguna familia me manda e-mails preciosos contándome cómo son, qué les gusta, con qué sonríen… y yo comienzo a entrar en un estado de emoción por fotografiarles que me flipa), y el día de la sesión se plantea como un rato al aire libre para estar juntos, y dejar que las emociones y los sentimientos fluyan. Sólo hay que encontrar una luz bonita, y dejarles un ratito que se acomoden. Luego la magia sucede.
A veces es más sencillo que otras, pero suele conseguirse. Y yo me emociono. Muchos pueden contarlo jajajajaja
Hoy vengo con unas fotos muy tiernas a tocaros un poquito el corazón, al menos la mitad de lo que esta familia me lo tocó a mi. La magia se dio, ya que en esta familia, los cuatro juntos tocan una melodía perfecta. Se escuchan, se comprenden, se respetan, se valoran y se quieren, los unos a los otros, y de una forma muy hermosa.
Gracias a Helena y Kike por vuestra ilusión, vuestras ganas y por esos sentimientos tan preciosos que tenéis, y lo bien que sabéis transmitirlos hacia afuera. Todo fue muy fácil para mi.
De los peques, creo que no hay más que verles. Cada uno con su estilo, su personalidad, y sus maravillosas sonrisas. Son unos niños maravillosos, y una familia 10.
Me voy tan contenta, contagiadísima de buen rollo, salaos!!!!!
¡¡¡Hasta mañana!!!!
Preciosas. La diez me encanta. Besitos
Jo que bonitas! Mira que me gustan a mi las fotos en la naturaleza eh, y si las hace alguien como tu, perfecto.